La pérdida de un diente no solo afecta a nivel estético, sino que también desencadena una serie de cambios en la boca que, con el tiempo, pueden agravarse significativamente.

Un implante dental es una estructura de titanio biocompatible en forma de tornillo. Esta base permite la posterior colocación de una o varias coronas con el objetivo de restaurar la función y estética dental, permitiendo a los pacientes recuperar la sonrisa y la capacidad de masticar con confianza.

En función de tu caso los colocaremos simultáneos a la extracción del diente (implantes inmediatos postextracción) o diferidos en el tiempo.

Utilizamos la tecnología del plasma enriquecido en factores de crecimiento ( P.R.G.F.). El enfermero extrae la sangre del paciente  y tras ser centrifugada se utiliza en la cirugía.  Entre sus ventajas están el optimizar y acelerar el proceso de regeneracion de una forma natural  y todo el proceso se realiza en nuestra consulta.

Siempre diagnosticando con la ayuda del escaner (TAC) y la ortopantomografía (radiografía panorámica) para planificar previamente las cirugías con la minuciosidad necesaria.